Confiadamente.

Disfrutar al máximo el aliento para continuar la vida, en la que el egoísmo y la indiferencia no converjan en nuestro camino.

Donde cada momento nos invita a elegir nuestra mejor reacción, como una sutil invitación a un injusto duelo, de antemano sabes que tu arma no está cargada.

Se paciente sin sombras de indiferencia. No crees un mundo donde tus ojos delaten duales intenciones y transforma tu alrededor con apacibles palabras sin un doble sentido, recuerda que no perteneces a ese mundo.

Vive quieta y confiadamente, aferrarte a la verdad sin temor.





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