Mucho por tan poco.

 Iniciamos un día con la esperanza de que todo a nuestro alrededor parezca ideal para encontrar tranquilidad. 

Caminar sin preocupación es casi una utopía, veo un par de niños jugando y me preguntó ¿En qué momento ese sentido puro y confiado fue desapareciendo?. 

Son simples percepciones manchadas de egoísmo, que ponen lejos tan gratos momentos. 

Al finalizar el día, las risas por lo vano de la vida y el disfrutar un tiempo cálido con los que te aman, es como ver cristalinas aguas de una fuente que surge de un lugar desolado.

Promesas que se hacen ciertas, por el simple hecho de confiar, y continuar aferrados al amor y la verdad.



Entradas populares