Al otro lado de la montaña

No hay fatiga en la senda que conduce hacia la montaña, es más, el tiempo no parece ser parte de está jornada.

El sol parece querer darme una lección desde el alba, mostrando mi silueta mientras camino, apuntando fielmente el destino hacia aquella montaña, pero en la luz que fielmente ha estado a mis espaldas, trató de caminar tratando disfrutar la lumbrera que fielmente me acompaña. Aunque en momentos parezca que no hay un destino, el camino no ha sido en vano. 

Llegas a la cumbre y me doy cuenta que mí silueta ha cambiado de dirección. pero el ocaso rápidamente roba mi atención, Más sin temor alguno continúo hacia el destino,  en ese fiel camino.




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