Camino a Promesa.

En un camino lleno de flores de todos colores, y verdes prados a su alrededor, se encontraban Luis y Emma, camino a un lugar, del cual su abuelo Rubén, les había contado muchas historias, ya que él vivió allá su juventud, este lugar se llama Promesa.

Su abuelo los había maravillado con las historias de sus habitantes, personas muy amigables, y de gran corazón, pero lo que más anhelaban era conocer al Rey y su familia, el abuelo contó que él tenía un viñedo y el Rey siempre llegaba todas las mañanas a ayudar a limpiar y a escojer las uvas que compartirían con los demás, eran muy buenos amigos con Rubén. El Rey era una persona que siempre estaban con su gente, animandoles, y siempre se preocupaba por los demas.

Cada fin de semana, celebraban el día de la Lealtad, en donde cada familia, disfrutaban unos con otros, comiendo, y contando las Bendiciones obtenidas en la semana, y al terminar la celebración, cada familia compartía lo mejor que habían cosechado esa semana, cómo gesto de agradecimiento.

Luis y Emma, estaban muy emocionados de poder llegar a aquel lugar, y para ser parte de tan hermosa celebración.

Mientras caminaban, notaron que cada vez el camino era más pedregoso, y no se veían más flores, si no que espinos, la gente que se encontraban en los caminos los veían con desconfianza, y al avanzar más, el lugar se ponía muy opaco, y un ambiente lúgubre.

Al llegar al mercado, todo estaba cerrado, y encontraron a un anciano, le preguntaron, señor cuánto falta para llegar a Promesa, él dijo ya estás en Promesa, pero, para que dos jóvenes, van a querer venir aquí, no hay nada bueno que puedan encontrar. 

Al seguir caminando, una señora salió de su casa, y les dijo niños, entren rápido. Ellos sorprendidos entraron a la casa de aquella señora. Gracias dijo Emma, Luis preguntó ¿Qué es lo que pasó con este lugar? Venimos a la fiesta de la Lealtad, ya que siempre quisimos estar en tan bonita fiesta, pero que ha pasado con ustedes dijo Luis.

La señora viendo a los jóvenes dijo, muchas cosas han cambiado en este lugar. En una celebración, algo sucedió con el Rey, de repente en plena celebración, decidió que lo mejor de las cosechas que compartíamos entre nosotros, serían solo para él. 

Desde ese día el sol no alumbró más por este lugar, y nuestras cosechas, ya no crecieron como antes. 

De repente se escucho un estruendo, gritos y gente discutiendo, la Señora dijo ya empezó la celebración, será mejor que se queden adentro.

Pero ellos salieron, y fueron a la plaza, en donde estaba el Rey, y la gente llegaba con cosas rotas, viejas, y el Rey con desprecio les decía, miserables. 

Emma y Luis, se animaron y trataron de llegar hasta donde estaba el Rey, esté al ver que se acercaron muy sorprendido dijo, y ustedes qué es lo que quieren de mí, Luis saco de su bolso dos gajos de unas enormes uvas que su abuelo había cosechado, y las puso en el regazo del Rey. 

El rostro del Rey cambio de repente, y observo sorprendido a los jóvenes, y con una leve sonrisa preguntó, ¿Cómo está mi buen amigo Rubén?.

Los jóvenes, le contaron que su abuelo era muy feliz, en su nuevo hogar, pero siempre contaba de el tiempo que vivió en Promesa, y lo maravilloso que eran las personas en este lugar.

El semblante del Rey cambio repentinamente, levanto su mirada, y camino hacia donde estaba la gente, !! perdón!! , dijo con una voz entrecortada, siguió su camino por todo el pueblo y con lágrimas en lo ojos, trataba de recordar los tiempos en donde el sol brillaba.

Al día siguiente el sol, alumbraba en Promesa, todos sus habitantes, estaban sorprendidos de ver las cosas clara y diferentes.

 Y de repente el Rey venía con sus botas y un rastrillo, todos salieron a sus terrenos a limpiar y cosechar, el Rey más que ayudar, se sentó en la plaza con los niños, a contar historias de Promesa y sus habitantes.

El fin de semana llegó y todos se reunieron como en tiempos pasados a compartir con sus vecinos lo mejor de sus cosechas, Emma y Luis se marcharon muy felices y con muchos regalos para su abuelo Rubén, agradecidos de haber conocido a tan leal poblado

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