Demasiado Natural.

Que lugar majestuoso es una Montaña, esa impresionante obra de arte que sobresale y yace en el firmamento.

Qué hay de ti, Montaña que desafías el espíritu más aventurero, y a muchos que te conquistan, consagras con el galardon más preciado de los increíbles paisajes.

Un dia, la Montaña  entró en discordia con el  Mar.

_ ¿Cuál de los dos, crees que nuestro Creador considera como la más majestuosa creación?_ Preguntó la impetuosa Montaña, sólo basta  ver quién da más contorno al paisaje, dime y escudriña el pensamiento de un pintor, que es de su  preferencia  para su más distinguida creación. No es mejor la diversidad de una Montaña.

No olvides Montaña, que desde los inicios en obediencia di lugar a tus impetuosos contornos dijo el Mar. 

No entremos en discordia y surja nuestra soberbia. Ya que tenemos un precioso propósito por el cual hemos sido creados, no te das cuenta que en los dos se glorifica nuestro Creador, deja ya la necedad.

¿Qué es la necedad?, más que el ir y venir de tus olas, no ves que no hay más preciado momento cuando el sol se deleita al amanecer y me traspasa entre mis contornos.

¿No has visto en el ocaso? Preguntó el mar, que soy como habitación de el sol. Terminemos ya esta absurda contienda.

Un día súpe que nada bueno trae ser impetuoso dijo El mar,  hasta el día en que mi Señor me mando a apaciguar.

Unamos nuestra majestuosidad, para que el hombre al contemplarnos se desborde en agradecimiento a nuestro amoroso Creador.