Tus malos momentos

A veces nos escuchamos como simples artífices de ilusiones, tratando de pintar con  una paleta de colores un sifrado de palabras tratando de crear un paisaje de un mundo, que para nosotros parecería ideal, y con un noble corazón queremos invitar al desanimado, desvalido que anda por la vida a la deriva, y simplemente encontramos almas gastadas esperando recibir ese aliento para continuar una jornada.

Cuán grande son los sueños de los artífices de historias que transportan a esa alma hambrienta de un descanso de la realidad que sin misericordia no le da tregua. A la verdad sin caer en ese monótono desánimo que muchas veces te abraza como un incómodo acompañante.

Pero el mejor conocimiento es el que tenemos de ver los vacíos corazones, que hacen lucir sin brillo esas ventanas del alma que tratamos de iluminar. Si tratas de juzgar, esto no lo borra el tiempo, ni tus malos momentos.