...me amas?. Los seis intentos de Pedro.

Hay cosas muy buenas en la restauración. En lo personal me encanta restaurar cosas, ya que pones tanto cuidado en los detalles que son más frágiles y que sabes que necesitas reforzar con mucho cuidado para que siga funcionando de una buena manera.

En la vida de Pedro el discípulo de Jesús, podemos aprender tantas cosas, muchos lo describen como alguien tosco, ordinario. Un pescador por supuesto. Yo más bien lo veo con el ímpetu de un niño, alguien muy sencible. Si pones atención a lo que ocurría con el hecho de cuando él caminaba por las calles; "tanto que sacaban los enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos, para que al pasar Pedro, a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos. Y aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados." Hechos 5:15‭-‬16 

Pero Pedro tuvo su proceso, y la Biblia lo describe no solo en una ocasión, dando testimonio de la bondad de Dios en la redención de sus hijos.

Prueba de esto es en la noche que Pedro negó tres veces a su amado maestro, Mateo 26:69-75.

Pero en el final del versículo 75. Pedro recuerda lo que Jesús había dicho, y al recordar "lloró amargamente". Ese llanto amargo, sugiere un límite de decepción, e incapacidad personal, cuando llegamos a esos límites personales es realmente una oportunidad de reajustar nuestras vidas en Dios, ya que Él es un Dios de restauración. podemos verlo cuando Jesús resucitado se presenta a sus discípulos, y la Biblia fielmente da testimonio de la valiosa oportunidad en que Jesús restaura un sueño en el corazón de Pedro.

En Pedro 21:15-17, Pedro se encuentra con otras tres oportunidades de testificar, pero está vez es Jesús quien le pregunta si está seguro de su amor. En el versículo 17. Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.

Es increíble la forma en que Jesús afirmó el llamado de Pedro, apelando a su amor en lugar de un reclamo por haberle negado. Y todos conocemos el legado de Pedro hacia nosotros. Un legado de amor y restauración en Cristo Jesús.

¿Y tú, le amas?. Entonces...